Moción de censura en Aguazul un capítulo más de pelea entre el Concejo y Johana Moreno

 

El concejo municipal de Aguazul, aprobó, la moción de censura, pero con requerimiento de la Procuraduría, para la secretaria de gobierno del municipio Yuri Katherine Porras Martínez, en un hecho que  se constituye, como histórico para este municipio, pero que no es nuevo en Casanare, ya que en Yopal, en el gobierno de Leonardo Puentes,  prosperó una acción similar en la secretaria de hacienda, de la época Nelly Bermúdez.

La decisión la tomó el cabildo, luego de una intervención de la funcionaria que duró más de dos horas y en la cual respondió el cuestionario que le plantearon los integrantes de la Corporación local y en donde al final, no, se hicieron contra preguntas, sobre el informe, que contenía las respuestas a las inquietudes, que previamente, le habían planteado los concejales por escrito y que muestran un gran distanciamiento de la corporación local, con la alcaldesa Johana Moreno.

Los cuestionamientos, a la gestión administrativa, de las Secretaria de gobierno, se habían hecho en sesiones anteriores, donde se notó que existía una animadversión de la gran mayoría de los corporados, con la funcionaria y en general con el gobierno de Johana Moreno.

En la sesión donde por trámite, legal, se escucharon, los descargos, de Katherine Porras, se presentó una discusión, adicional, ya que

varios de los concejales fueron recusados, alegando que estaban impedidos para votar dicho procedimiento, por diferentes motivos.

Los concejales, alegando, que les estaban impidiendo, el derecho a efectuar su  labor de control político, desestimaron dichas recusaciones y ningno se declaró impedido.

Se conoció que se intentó también con una tutela, trancar, la moción de censura, pero nada impidió que finalmente se diera la votación y se determinara que Yuri Katherine Porras Martínez salga del cargo.

El escrito de  recusación, fue presentado el 18 de noviembre, del 2021, ante la Procuraduría, Regional del Casanare a cargo de Gustavo Alfredo Gómez Guerra.

El19 de noviembre, los concejales, no aceptaron la recusación, mediante escrito que le llegó a la Procuraduría.

Pero según lo expresa el procurador regional haciendo referencia la ley que regula estos aspectos, de las recusaciones, la Procuraduría, tenía un plazo de 10 día hábiles para pronunciarse frente a dicha recusaciones, pero los concejales, habrían esperado dichos términos de tiempo.

Ante esta situación el funcionario requirió al presidente de la Corporación Aguazuleña, para que comparezca a ese despacho y exponga, cual fue el procedimiento, que se tuvo para resolver dicha recusación.

De otro lado, está pendiente el fallo de  la tutela interpuesta por la funcionaria y cuyos resultados aún no se conocen.

La intervención de la Procuraduría, con el tema de las recusaciones, es otro de los ingredientes, que genera más interés, en este polémico caso y sobre todo que  el presidente del concejo, John Villarreal Cardona, no permitió al final, intervención de la funcionaria, impidiendo el uso, de la palabra, que la secretaria pidió para referirse a la decisión de los impedimentos que ella alegaba de los 9 concejales.

Tampoco se le dio la palabra, antes de la votación a José Vallejo, concejal del partido liberal y quien se oponía a tal determinación inclusive alegando errores, que violaban la ley de bancadas.

Al final se presentó un incidente verbal, entre el presidente y Vallejo, pero que no impidió que la votación se llevara a cabo, terminando con el resultado ya expuesto.

También el concejal Robert Leonardo Pita, cuestionó a la funcionaria, por la recusación y expuso varios motivos constitucionales, que les garantizaba efectuar el proceso de moción de censura.

Ciudadanos Aguazuleños, evaluando, lo ocurrido, aseveraron que este pleito va a seguir, ahora con las investigaciones ante la Procuraduría y seguramente, demandas a los concejales ante la justicia administrativa, por parte de los voceros de la administración de Johana Moreno.

No obstante, todos coinciden en que lo que subyace en esta decisión es una fuerte pelea, política con la alcaldesa Johana Moreno, que no supo respetar a sus amigos, en el concejo y estos se le fueron en contra, en este caso y con muchas otras acciones, que cuestionan su gobierno.

Por ahora, las decisiones ya se tomaron y no hay vuelta atrás, al menos de manera inmediata.

Johana Moreno ha generado, una fuerte oposición, tanto en los concejales pero que muestra también inconformismo de un amplio sector ciudadano, con su gobierno.

Paralelamente, le avanza una revocatoria a su mandato, que pese a que por ahora se ve como algo utópico, todo parece que se va a realizar y  serán los ciudadanos quienes definan, la suerte de la mandataria y su gobierno.