Los accidentes en Yopal incontrolables

La accidentalidad, en el departamento del Casanare, se convirtió en un problema de salud pública, que pareciera, no tiene soluciones inmediatas, ante la irresponsabilidad de algunos, conductores y la falta de acción de las autoridades, que se sienten impotentes, ante de cultura, de un gran porcentaje de ciudadanos, que manejan un vehículo o conducen una moto.

Como ya lo relatamos, en el artículo de la página dos, el problema ha tenido unos ribetes, muy complicados, afectando a las familias de las víctimas, dejando niños huérfanos, colapso, en los centros asistenciales, afectaciones económicas a las EPS y en general unas consecuencias cada vez más graves.

Yopal, todos los días registra accidentes y obviamente personas lesionadas o que fallecen posteriormente.

Las autoridades, simplemente entregan declaraciones de lo que ocurre y hacen un fervoroso llamado a todos, para que tomemos conciencia.

Los propietarios de motos y de vehículos protestamos, cuando, nos hacen requerimientos por fallas en el conducir o por no presentar los documentos, que se requieren, para poder manejar, un automotor.

Poco nos fijamos que, de una exigencia, de parte de un agente de tránsito puede depender, que evitemos un accidente o inclusive se presenten muertes.

Una muestra de esto ocurrió, en el reciente accidente del vehículo de la empresa Libertadores en la rotonda, cerca al centro de migrantes, en la vía Aguazul Yopal, donde el conductor, del automotor, salió expulsado por el parabrisas.

También muchos otros pasajeros, sufrieron golpes y lesiones por fortuna leves, al salir por los aires,  dentro del vehículo, cuando este se salió de la vía.

El comandante de la policía de tránsito en Casanare, mayor Fabián Romero, dijo a El Relator del Llano, que si estas personas, hubieran tenido puesto el cinturón de seguridad, seguramente su suerte hubiera sido otra.

En Casanare es normal que, en los vehículos de transporte público, que se movilizan por las carreteras o vías urbanas, los pasajeros, no se colocan el cinturón de seguridad o ya porque no quieren o ya por que los conductores de los vehículos, no los exigen.

Grave riesgo, para quienes utilizan estas busetas o buses, que usualmente, por la competencia que genera este servicio, andan, como almas que se las lleva el diablo.

Es hora que los conductores de buses y busetas, exijan a los pasajeros, que se pongan el cinturón de seguridad, que es un elemento, que salva vidas.

En el caso de los motociclistas, la necesidad es que utilicen el casco protector y quienes lo hacen, tengan la precaución de abrocharlo, como es debido.

El casco salva vidas y nos lo debemos colocar, no, porque evitar, que nos saquen un parte, sino porque del portar, este elemento, depende nuestra seguridad y en muchos casos la propia integridad personal.

Es triste ver que, en los municipios casanareños, cuyos habitantes, piden vías pavimentadas, nada se dice del casco.

Aparte de Yopal o Villanueva, los motociclistas de los demás municipios, no utilizan el casco.

Tampoco, hay convenios, de las alcaldías, con la policía, para controlar el tránsito y exigir comportamientos mínimos a los conductores.

A la falta de la inadecuada utilización del casco o del no uso, de este objeto, se une el exceso de velocidad, por motociclistas o los conductores de vehículos.

Todo mundo anda afanado y parece, que les quitan la vía, especialmente los mas jóvenes, que son los que más se accidentan.

Por su parte sus familiares, en cambio de recomendar que eviten el exceso de velocidad, para que no se accidentan, dejan que esto ocurra y llegan a los hospitales a pelear con los médicos, porque no les salvan la vida.

En las ciudades principales del departamento, un alto porcentaje especialmente de motociclistas,  se pasan los semáforos, en rojo, sin que nadie se atreva a “chistar” palabra y menos contar con autoridades que los sancionen.

Antes estaban las fotos multas, que en algo hacían que los conductores, evitaran, pasarse el semáforo, cuando no le corresponde; ahora nadie sanciona estas faltas.

Los políticos y supuestos defensores de la comunidad, antes que reclamar que se instalen nuevamente las foto multas, buscan, es conseguir votos, con los infractores, intentando utilizar sus influencias, para que no les pongan partes o los sancionen ejemplarmente.

Caso aparte resultan, los conductores ebrios, que dejan tanta tragedia y huérfanos, en las vías colombianas.

El caso reciente, de la carrera 29 con calle 21, de Yopal, muestra de lo que es capaz el alcohol y lo que ocasiona, en un conductor.

Algunos se confían y manejan con unas cervecitas, en la cabeza e insisten en que el problema es de otros.

Hay dos soluciones, o deja de tomar definitivamente o si va a manejar no tome, pero si lo hace entregue las llaves.