“Solicito ingreso a plataforma militar tras su último vuelo, Fuerza Aérea Colombiana 5205 solicita establecerse en plataforma militar por última vez tras haber prestado 19 años de servicio a su Fuerza Aérea Colombiana, volando un total de 6976 horas en la institución con un total de 4564 aterrizajes seguros” pronunció la Capitán Catalina Burgos después de aterrizar por última vez en el avión que voló por los últimos cuatro años, el C-337 Sky Master ‘El Cazador de lo Oculto’.
Dos sobrepasos por Yopal, en un cielo azul infinito de una tarde soleada, vigilando el eterno mar verde del llano colombiano, como en tantas veces lo hizo, protegiendo la tierra que durante los últimos ocho años supervisó en importantes labores de inteligencia, detectando al enemigo, de ahí viene el significado de su slogan ‘el cazador de lo oculto’. Misiones diurnas y nocturnas, salvaguardando la infraestructura crítica y energética de una de las regiones más ricas en recursos del país.
Una ceremonia emotiva y simbólica, llena de sensaciones, en la que se despidió al equipo Sky Master, enalteciendo el arduo trabajo de los técnicos que dedicaron cientos de horas para realizar el mantenimiento de esta aeronave y pilotos que volaron 24 horas durante casi dos décadas, cumpliendo la misión con el avión, que aunque es pequeño en tamaño, fue muy grande e importante para el logro de resultados desde su llegada a la Institución.
“Como primer término, quiero dar gracias a Dios por darnos la oportunidad de despedir al poderoso FAC 5205, aeronave Cessna C-337 SKY MASTER la cual fue fabricada el 30 de mayo de 1977 en Estados Unidos y recibida por su Fuerza Aérea Colombiana en donación por Ecopetrol el 20 de diciembre de 2001. Hoy, después de 19 años de servicio a la Institución le decimos adiós, surcando el cielo colombiano” así inició su discurso la Capitán Burgos, quien tuvo el privilegio de realizar el vuelo de despedida al lado de su compañera del curso 84 de Oficiales, que a su vez se convirtió en la última Piloto Instructora y Estandarizadora del equipo, la Capitán Ana Ávila.
Ella, por su parte, encargada de la formación de los pilotos y estandarizar los procedimientos del equipo, dijo con gran emoción “la satisfacción más grande de un instructor y de un Comandante de Escuela es entregar el mismo parte que recibe, es decir, la misma cantidad de personas con el mismo número de aeronaves con que inicié el proceso. Esto quiere decir que se hizo la tarea de forma segura, estandarizada … es un privilegio ser la última instructora y volarlo por última vez”.
Fueron muchos días de desvelo desde que inició la Capitán Ávila comandando esta aeronave, que contra todo pronóstico y a pesar de los años que tenía de uso, ella siempre defendió y quiso volar.
“Tengo muchos sentimientos encontrados: nostalgia, por saber que vuelo por última vez una aeronave que pasa al recuerdo y a la historia; alegría, porque los aviones terminaron volando y no por mantenimientos imprevistos o un accidente; tristeza, por aceptar que todo en la vida tiene un ciclo, porque los aviones, aunque para muchos estaban viejos, para nosotros que lo volábamos nunca fue así, ya que siempre se portó a la altura y respondía a lo que le exigíamos; finalmente, felicidad, porque el Grupo Aéreo del Casanare nunca le dijo que no al Sky Master en una misión, siempre estuvimos para apoyarlos de día y de noche, cuando nos necesitaron, en trabajos de vigilancia, inteligencia y de transporte en el oriente colombiano” afirmó la orgullosa piloto instructora.
Por otro lado, la Capitán Burgos añadió: “es curioso pensar que hace cuatro años llegué al Grupo Aéreo del Casanare a volar el poderoso, el arma estratégica; sin embargo, en ningún momento me imaginé que seríamos nosotras quienes tendríamos el honor de despedir a uno de los grandes de mi Institución. Tengo un sentimiento de nostalgia en el pecho, al saber que le digo adiós al magnifico avión que me permitió surcar el cielo del llano colombiano, en el que más de una vez pude disfrutar los más bellos amaneceres y atardeceres de mi país, le digo adiós al mejor, el que me dio la oportunidad de aprender a ser piloto comandante, a asumir la responsabilidad en la toma de decisiones, a darme cuenta que era yo la responsable de llevar la aeronave a vuelo y realizar una operación segura que me permitiera el mismo número de despegues que aterrizajes, le digo adiós al avión que me ayudo a afianzar mis habilidades, conocimientos y la confianza en mi tripulación, aquella tripulación sin la cual no habría podido completar las misiones que nos encomendaron”.
Fueron muchos los vuelos en avanzada que realizó para hacer su aporte en operaciones militares, hoy se despide el FAC 5205, en pocos días también lo hará el FAC 5201 y con ellos el equipo Sky Master quedará escrito en la historia, relatada por todos aquellos tripulantes que tuvieron el privilegio de volar el avión, quienes están representados en dos pilotos mujeres apasionadas, como lo mencionó la Capitán Burgos: “es curioso”, pero interesante que finalice su ciclo de vida con ellas, ya que cuando la aeronave llegó a la Institución, la idea de que el personal femenino comandara un avión era apenas un sueño que encaminaban un selecto grupo.
El ‘Cazador de lo Oculto’ se quedará en tierra, pero de seguro aplicará la frase de Leonardo Da Vinci: “Una vez hayas probado el vuelo, siempre caminarás por la Tierra con la vista mirando al cielo, porque ya has estado allí y allí desearás volver”.