Como tinta indeleble en el tiempo, sus memorias siguen presentes

 

Diez años han pasado, aún recuerdo ver a Danier Porras, faltando 15 minutos para las 5 de la mañana, con su voz casi nula, con un nudo tan fuerte en su garganta, decirme, «se murió mi compadre».

Fue la primera vez que mis ojos vieron llorar a un hombre como si fueran un niño, buscando refugio en los brazos de un padre, mis piernas flaquearon y mi mente confusa no entendía ¿cómo ?, apenas la noche anterior grandes personajes y amigos entre los Rosalba Munera y Martha Sánchez, en un programa especial, rogaban al aire por la salud de él.

Regresando a la madrugada de ese 5 de febrero del año 2012, un viento frío caló en los huesos de mi humanidad, Martina le subió un café cargado a «Porritas», quien pesó el llanto y la tristeza del momento, respiró profundo, y Como todo un profesional dio a conocer la noticia triste a los casanareños, «Gustabo Puentes Álvarez falleció la noche anterior», el silencio invadió el estudio de Caracol Radio Yopal, por un segundo «Porritas» solicitó que cerrara los micrófonos, sus lágrimas aparecieron recientemente .

De inmediato los teléfonos sonaron, campanas anunciando la catástrofe, se fue para la compañía telefónica a Miguel Efe González quién meses atrás había finalizado su carrera en la tierra.

Tránsito Pesca fiel oyente con un poema evocó momentos, e hizo homenaje a su amigo Gustavito, en un abrir y cerrar de ojos los pisos quinto y sexto piso del edificio La Ceiba, quedaron pequeños para la multitud que quizo sentir el dolor de su pronta partida .

Con el pasar de las horas Jimmy Gómez y José Patricio Solano, (este último alumno de muchos años de Don Gustabo) llegamos y sacamos un micrófono desde el estudio a la terraza y la recepción para facilitar un poco la pesada carga a Porras, quien ya mostraba en sus ojos profunda tristeza.

A ellos se sumó Rubén Darío Venegas, ahijado de Don Gustavo, a quien también vi llorar como un bebé, mientras abrazaba a Doña Dorita y le dijo con voz quebrada y casi perdida, «se fue mi padrino».

En un va y ven de personas acercándose a su dolor por la partida a sus sobrevivientes, (Dora Roldán Ramírez, Rafael Darío Puentes Roldán, Gustavo Puentes Roldán, y en la distancia Juliana Puentes Roldán) pasaron las primeras 8 horas de transmisión especial, la radio casanareña estaba toda al unísono de luto.

Al caer la noche, luego de un día agotador, (no por el trabajo, si por la triste noticia) la cita para honrar su vida, fue en la Asamblea Departamental de Casanare, con un listado de sus canciones favoritas y una grabadora llegué.

El silencio era abrumador en la mitad del recinto su cuerpo yacía dentro del ataúd, la fila de gente era interminable mientras de fondo sonaba «Cuando un amigo se va», Caminante no hay camino «y otras más que días antes Don Gustabo repetía sin parar desde la consola del estudio para él y para mí mientras me repetía uno que otro consejo.

Gustabo Puentes, su voz sigue en nuestros corazones, sus reflexiones siguen en mi mente.